No, no voy a comentar que ayer se dio el primer paso para la puesta en marcha del LHC, ya que ya han hablando mucho por ahí. Lo que os voy a dejar aquí es una breve conversación sobre este tema entre dos personajes muy conocidos y (para los creyentes) muy influyentes que me ha enviado Sebastián Martín Ruiz al mail. Ahí va:

Dios:
Se me ha ocurrido crear un Universo fascinante que tenga su propia existencia con criaturas inteligentes, no tanto como nosotros, pero que nos puedan entretener lo suficiente para que no me sigas aburriendo con tus estúpidas travesuras.

Diablo:
¡Ah! Ya capto la idea. ¿Y cuántas de esas criaturas inteligentes vas a poner en el universo?. Si son muy diferentes entre ellas acabarán matándose unas a otras.

Dios:
Lamento tener que darte la razón, pero quiero que el universo dure unos 30 mil millones de años, (necesito ese pequeño paréntesis), así que al final de la evolución va a haber muchas civilizaciones inteligentes. Tengo que pensar cómo evitar que se peleen entre ellas.

Diablo:
Mmmm…, podrías poner una civilización por galaxia, nada más, así no se matarían entre ellos.

Dios:
Te conozco, sabes perfectamente que encontrarán la forma de viajar entre galaxias y se matarán. Sufrirán mucho. Creo que he encontrado la forma de que no sufran.

Diablo:
¿Cómo?

Dios:
¿Sabes? la partícula de Higgs, esa pequeñita que tenía pensada, le voy a dar mucha más masa. Más que las strangelets que destruyen la materia.

Diablo:
¡Ah! Qué vivo. Claro, y todas las civilizaciones cuando alcancen el desarrollo tecnológico suficiente y consigan la energía suficiente buscando el bosón de Higgs se toparán antes con los strangelets y se destruirán a si mismas instantáneamente casi sin darse cuenta, en la fase inicial de la conquista espacial. Así no habrá contacto entre ellas. Ninguna durará lo suficiente como para conocer a otras. A veces pienso que no soy yo el Diablo.

Dios:
Mejor eso que una guerra cósmica que dure eones con el tremendo sufrimiento que conllevará. Esperemos que un tal Enrico Fermi no se dé cuenta de este detalle y resuelva su paradoja.

Buena forma de tomarse lo que algunos piensan, que el LHC generará un agujero negro que succionará el planeta. Aunque por ahora podemos estar tranquilos, todavía no ha llegado el día en el que comienza a haber peligro. Se espera que eso ocurra durante el próximo mes de octubre.

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