Yo, sin la menor duda, tomaría ambas cajas… Por mi parte, soy determinista, pero para mí está perfectamente claro que cualquier ser humano digno de ser considerado humano (incluido sin duda yo mismo) preferiría el libre albedrío, si existiera tal cosa… Así pues, supongamos ahora que hemos tomado ambas cajas y que resulta (como es casi seguro que va a ocurrir) que Dios (Nota: al parecer Asimov asume que el Ser Superior es algún tipo de Dios) ya lo ha previsto y no ha dejado nada en la segunda caja. En tal caso habremos, por lo menos, expresado nuestra disposición a apostar por su no-omnisciencia y a favor de nuestro libre albedrío y habremos renunciado de buena gana a un millón de euros en pro de tal disposición, que no es, en sí mismo, sino un chasquear de los dedos ante el rostro del Todopoderoso, y un voto, por fútil que sea, en favor del libre albedrío… Y, desde luego, si Dios ha fallado y ha dejado un millón de euros en la caja, entonces no solamente habríamos ganado ese millón, sino lo que es más importante, habríamos puesto de manifiesto que Dios no es omnisciente. Sin embargo, si solamente se toma la segunda caja se gana el condenado millón y no sólo se es un esclavo, sino que además se habrá demostrado una voluntariedad a ser esclavos a cambio de un millón. ¡A nadie que obre así puedo yo reconocerlo como humano!

Isaac Asimov

Rosquillas Anudadas, de Martin Gardner

Esa es la opinión de Asimov sobre el tema que nos ocupaba que nos ocupaba hace un par de días, la paradoja de Newcomb. Me gusta su opinión, no os voy a engañar, pero la mía es la siguiente: el predictor del que habla el artículo no puede existir. Yo y el concepto de destino como libro donde está escrito nuestro futuro y que es inamovible no nos llevamos demasiado bien, por lo que no creo que alguien o algo pueda predecir de esa forma qué decisiones voy a tomar en cada momento. Creo que en el libre albedrío, en la capacidad de decisión, sin que ésta esté marcada de antemano. Si algo o alguien pudiera predecir con total exactitud nuestras decisiones, ¿para qué pensar? ¿Para qué intentar hacer algo, si ya se sabe qué va a ocurrir? Si la fiabilidad del predictor no es total, cuanto mayor es menor será nuestra capacidad de decisión. Por ello creo que si dicha fiabilidad es mayor del 50% perderíamos parte de la capacidad que bajo mi punto de vista poseemos.

Esta opinión es más o menos la que Martin Gardner dice tener en su libro. Coincido con él.

Print Friendly, PDF & Email
0 0 votes
Article Rating

¿Te ha gustado la entrada? Puedes invitarme a un café, Gauss te lo agradecerá 😉


Comparte: