Tengo un tutorial para construir dos bonitos corazones entrelazados de papel, ¿cómo no lo voy a compartir con vosotros?

El resultado del método que tenéis a continuación parece una mera casualidad, un simple “accidente” que ocurre dentro de un juego de manualidades con papel. Pero no, no tiene nada de casual. Y eso, precisamente eso, es lo que le da un encanto aún mayor. No te entretengo más, reserva unos minutos y acompáñame en este humilde viaje geométrico a lo largo de una banda muy particular.

Quedar bien con la persona querida en un día especial no es fácil, ya que cada vez es más complicado ser original. ¿Quieres serlo tú con tu amigo o amiga, con tu familiar más querido o con tu pareja? Pues este tutorial te viene como anillo al dedo. Lee con atención, verás qué chulo.

Utilizaremos una figura matemática muy bonita llamada banda de Möbius. Es un objeto muy sencillo de construir: coge una tira de papel (de uno o dos dedos de ancha y tan larga como un folio, para que sea más sencillo) por sus extremos, ponla frente a ti, gira uno de ellos hasta que veas la parte trasera y, sin soltarla, une los extremos y pégalos (usa pegamento para que todo quede bien pegado). Te quedará algo parecido a una cinta, pero con un giro.

Banda de Möbius

Imagino que quieres dos corazones que os representen a ti y a la otra persona, así que necesitas dos de estas bandas de Möbius. Ahora, es muy importante que en una de ellas el giro lo hagas hacia arriba y en la otra lo hagas hacia abajo, ya que si ambas tienen el mismo tipo de giro no obtendrás lo que buscas.

Es el momento de la unión: tienes que pegar una banda a la otra. Pero no de cualquier manera, sino que lo harás con una en horizontal y la otra en vertical (es decir, girando una de ellas 90º). Las colocamos de esa forma y las pegamos, quedando así una curiosa figura.

Reconozco que, por ahora, la cosa no se parece a lo prometido. Paciencia, todo llega.

Ojo, ahora viene una parte delicada: toca cortar. Toma unas tijeras y corta, pero no de cualquier manera: corta ambas bandas por la mitad a lo largo de las mismas.

Repito: corta, corta por la mitad de las bandas. Sí, entiendo que es lógico pensar que la figura acabará hecha pedacitos con estos cortes, pero no es así. Llámalo magia, llámalo matemáticas…

Matemáticas, mejor llámalo matemáticas, porque ellas son las responsables de que, si has hecho todo bien, al terminar esos cortes longitudinales te queden dos preciosos corazones entrelazados que harán las delicias de la persona a la que se los quieras entregar. ¡¡Viva la banda de Möbius!!

Corazones entrelazados


He publicado este pequeño artículo en la edición de 2022 de la revista de San Valentín del centro en el que trabajo actualmente, el IES Comendador Juan de Távora de Puertollano. En 2021 publiqué Un amor imposible, y en 2020 publiqué Cómo entregar tu corazón con matemáticas.

La imagen principal está tomada de aquí, y las que aparecen en el texto las he hecho yo mismo.

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